EMPEZAMOS A ACOSTUMBRARNOS

Las semanas pasan muy rápido. Mañana ya es sábado y vamos a recuperar a mi madre que se fue una semana en un campamento en una zona llamada Mbodiene, a orilla de una laguna y frente al mar.

El niño está transformado. La semana pasada había empezado a subirse a nuestra cama y también volvía a pronunciar “papá y mamá”. Esta semana se puso a jugar con sus peluches en su cama y por fin es feliz de ir a la guardería las mañanas. Ha vuelto a crecer y ya vamos a tener que comprarle otros pantalones porque muchos no le sirven.

Hoy fuimos a ver el mar porque parece que es buena época para el surf. Oscar se encontró con Pancho, un francés que habíamos entrevistado para Gran Azul Magazine hace unos años. Ha montado una escuela de surf y hemos pensado mucho en Samuel porque en el agua eran casi todos chicos de su edad. Este fin de semana hay una competición de surf en la isla de Ngor y por eso Pancho los estaba entrenando. Mañana Oscar irá temprano a tirarse al agua con su tablón. Será la primera vez que lo hace en Senegal. Creo que eso le hace mucha ilusión.

Nuestro futuro hogar está a punto de convertirse en una vivienda acogedora para nuestra pequeña familia y a ver si la semana que viene… pero bueno, todavía no tenemos fecha de mudanza y como ya es tema de discusión, más vale esperar.

Poco a poco nos vamos acostumbrando a una nueva vida. Claro que hay cosas a las que nunca te haces, como ver a todos esos incapacitados paseando por la ciudad en sillas de rueda (para los más afortunados), carreta de obra o arrastrándose por las calles. Por otra parte, tenemos que vender unos pisos de lujos que ni siquiera he visto que existieran por Canarias. Así es África, el que tiene la suerte de tener dinero no se preocupa de compartirlo con los pobres. Si fuera así, nos convertiríamos en un país al estilo comunista y tampoco se ha demostrado que era eficaz para reducir la pobreza.

Oscar está fijo diciéndome : “Podrías sacar fotos de …” . Pero por ahora estoy tan metida en lo de la agencia que me cuesta concentrarme sobre otra cosa. Sin embargo, he tenido un pedido de fotografías de interiores (salón, habitaciones, cocina) para una residencia amueblada y Oscar me sirvió de asistente. espero que cuando estemos instalados en nuestra casa (estoy soñando), podré por fin montar mi estudio y dedicarme seriamente a los retratos de niños por las tardes. La pena es que hubiera podido aprovechar la época de Navidad porque hubieran sido bonitos regalos, pero bueno, ya llegará mi momento.